Gestionando la divisa en LatAm

Gestionando la divisa en LatAm

En el mundo cada vez mas globalizado, la exposición a divisa extranjera se ha convertido en un ingrediente más de nuestro día a día. Al tratar de incrementar el negocio y buscar nuevos mercados, en muchas ocasiones nos enfrentamos a divisas desconocidas. Estas, en general, también conllevan operativas complejas.

Dentro del grupo de monedas con una operativa particular, nos encontramos las pares de divisas latinoamericanas. Estas monedas se engloban dentro del grupo de “divisas exóticas”. El peso argentino, el real brasileño, el peso colombiano, los soles peruanos, el peso chileno… son algunas de ellas.

El tipo de cambio en la mayoría de los países desarrollados fluctúa libremente en mercados. Sin embargo, los gobiernos de otros países no permiten esta libre fluctuación para un mayor control de su política económica y monetaria. Durante el transcurso de la historia se han producido situaciones donde estos gobiernos han lanzado una nueva moneda, o han forzado enormes devaluaciones de su moneda para incrementar su competitividad. Además, no permiten la salida de su moneda fuera de sus fronteras. Así, al operar en países con estas divisas, y con proyectos vinculadas a las mismas, se incurre en un riesgo y dificultad adicional.

Para una correcta gestión del riesgo de divisa, deberíamos utilizar instrumentos de cobertura, tan pronto como seamos conocedores de la emisión o recepción de una factura en divisa diferente a la de nuestra contabilidad o consolidación contable.

Para ello solemos acudir a forwards, compra de opciones, o estructuras con derivados de mayor o menor complejidad. Sin embargo, cuando trabajamos con divisas minoritarias no entregables, no podremos utilizar la mayoría de estos productos.

La alternativa es un forward con liquidación por diferencias, un NDF (non-deliverable forward). Básicamente se trata de un “seguro de cambio” en el cual, a vencimiento, compararemos el tipo de cambio asegurado con el del Banco Central de dicho país, generando una liquidación por diferencias.

Algunos Bancos y Brokers ofrecen otra solución más completa, y es que a la contratación del NDF le añaden la posibilidad de la entrega física del dinero en el país al tipo de cambio concertado. Esto se consigue mediante acuerdos con el Banco Central del país, o en muchas ocasiones a través de la sede en el país en cuestión, de grandes bancos americanos (Bank of America mayoritariamente).

Esta última opción aporta facilidad en la operativa, pero debemos hacer los cálculos comparativos necesarios, pues suele acarrear enormes comisiones de intermediación.

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