Equity o Deuda

Equity o Deuda

En el contexto actual de bajos tipos de interés, negativos en la zona euro, y aparentemente con pocas opciones de que esta situación cambie en los años venideros, muchas compañías han aprovechado para cerrar financiación con la banca o acudir directamente al mercado para endeudarse.

A simple vista, la situación desde el punto de vista financiero es atractiva. Empresas que se pueden endeudar de forma barata e incluso en los casos de empresas con mayor rating, recibir interés por endeudarse. En épocas de crisis como la que estamos viviendo, esto puede ser un alivio para empresas que estén pasando por dificultades temporalmente.


Esta situación no es reciente. En la zona euro, el BCE comenzó con una bajada progresiva de los tipos allá por 2008 hasta llegar a los vigentes tipos de interés negativos en los depósitos. Todo esto junto al QE program y recompra de bonos en el mercado secundario.


Esta política monetaria del BCE se mantuvo después de la pasada crisis, incluso en los años de teórica recuperación. Empresas en una economía teóricamente sana y en crecimiento veían la oportunidad de financiar su crecimiento prácticamente gratis.

La maximización del WACC como guía favorece el endeudamiento por encima del capital social como fuente de financiación.
Esta teoría que desde el punto de vista financiero es correcta y ampliamente aceptada. Los intereses son deducibles y representan un escudo fiscal que beneficia a la empresa y accionista desde el punto de vista de retorno.


Si añadimos que financiarse con capital es doblemente perjudicial para el accionista desde el punto de vista impositivo, y lo anteriormente expuesto sobre el nivel de los tipos de interés, la elección para cualquier empresa es clara, ¿no es así?

La actual y la anterior crisis nos han mostrado que vivimos en una época convulsa. La recuperación a la anterior crisis iniciada en 2008, de origen bancario, fue seguida por un periodo de crecimiento empujado por las acciones tomadas por el BCE. Las compañías crecieron maximizando su WACC, y quizá más allá.


En la zona euro, la deuda privada de empresas no financieras ha crecido hasta algo más del 100% del PIB. Peor aún, la calidad de esta es más incierta ya que ha aumentado mayormente entre empresas con menor calidad crediticia.

La situación en la que muchas empresas se encuentran ahora es muy complicada. Muchas se han endeudado durante los últimos años y sufren ahora los inesperados problemas con escaso margen de maniobra. Ya no es una decisión sobre si recapitalizarse o endeudarse. Es una cuestión de supervivencia donde la única forma de financiarse es a través de créditos blandos. Más deuda.

Es posible que el paradigma de la maximización del WACC necesite una revisión. La inclusión de la perspectiva de riesgos financieros. El sobreendeudamiento se ha demostrado que tiene un riesgo inherente alto, especialmente en tiempos inestables como el actual.


La proliferación de productos financieros estructurados tampoco ha ayudado. Muchos están diseñados precisamente para no pasar por deuda, aunque en el fondo lo sea.

Quizá en el equilibrio entre deuda y capital esté el secreto. La construcción de un dique de contención en época de bonanza en forma de depósito o cualquier otro tipo de liquidez, como amortiguador para eventuales crisis futuras, no debería ser visto como algo penalizante. Tampoco mantener un nivel de WACC algo alejado del nivel óptimo (vía deuda). Tradicionalmente se ha enseñado en las universidades que el máximo deber de un gestor en una empresa es maximizar la rentabilidad económica del accionista. Ésta pasaba por maximizar WACC.


Hoy en día se incluye también la responsabilidad social como parte de esta misión.

De nada le sirve al accionista ni a la sociedad en su conjunto que una empresa maximice beneficios en época de vacas gordas, si cuando se desinfla el globo la empresa desaparece por su falta de previsión y prudencia.

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