Hace unas semanas tratamos sobre la NIIF 9 (IFRS 9) y el riesgo de divisa.
En esta ocasión vamos a analizar otro componente de los riesgos financieros al que se enfrentan las empresas. El riesgo de tipos de interés es el riesgo potencial de que una empresa sufra pérdidas por fluctuaciones en dichos tipos. Este riesgo puede darse tanto en el lado de la inversión, como en el de la financiación.
Existen diversidad de estrategias y productos para disminuir el riesgo de tipo de interés, y en este artículo vamos a pasar directamente al análisis de uno de los productos financieros más populares utilizados en la gestión de esta clase de riesgo.
INTEREST RATE SWAPS (PERMUTAS FINANCIERAS)
Un Interest rate swap (IRS de aquí en adelante) es un contrato por el que dos partes se comprometen a intercambiar flujos de interés futuros, calculados sobre una cantidad principal (nominal).
Existen varios tipos de IRS. El más común es aquel en el que una parte paga un tipo variable cada x meses (por ejemplo cada 6 meses, pagando el Euribor de referencia), y la otra paga un tipo fijo determinado en el nacimiento del producto. Aunque se puede dar que ambos tipos se paguen con distinta frecuencia, lo habitual es que se paguen con la misma, liquidándose por diferencias de tal forma que solo se ejecuta un único pago por el neto.
Una empresa puede contratar un IRS por ejemplo cuando recibe un préstamo bancario referenciado a tipo variable, convirtiéndolo en la práctica en un préstamo a tipo fijo. Otro ejemplo es un project finance, donde el banco obliga la contratación de un IRS para fijar el coste de la financiación, en línea con el calculado en el modelo de valoración del proyecto.
En estos ejemplos el objetivo de un IRS es simple, conocer con anterioridad el coste de financiación y flujos de caja relacionados. Existe sin embargo un punto a tener en cuenta cuando se contrata un IRS.
El préstamo subyacente genera un impacto en P&L por los intereses del próximo y más inmediato pago, mientras que el IRS genera un impacto en P&L por el valor actual (descontado) de todos los flujos de interés futuros hasta vencimiento (fair value). Ver ejemplo al final del artículo.
Teniendo en cuenta que el tipo fijo del IRS se fija al inicio de la vida del producto en función de la curva swap de ese momento, en el caso de que los tipos no evolucionen de la forma que las curvas de interés indicaban al inicio, el fair value será positivo o negativo.
Pongamos como ejemplo una empresa que toma un préstamo a tipo variable y decide cubrirse con un IRS para en la práctica pagar un tipo fijo.
Si no se aplica contabilidad de coberturas, los cambios en el fair value del IRS afectarán el P&L de la empresa. A pesar de haber estabilizado los flujos de interés futuros, la empresa puede ver su P&L afectado de forma tanto positiva como negativa, dependiendo de la evolución de los tipos de interés.
Esto puede tener efectos no deseados en temas como pagos de impuestos mayores a los previstos, ratios de rentabilidad desviados, etc.
Aquí es donde entra la normativa NIIF 9 (IFRS 9). La contabilidad de coberturas permitirá que las pérdidas o ganancias del IRS y el préstamo se reconozcan en P&L (o en OCI – Otro resultado integral/Patrimonio) en el mismo periodo contable.
Como vimos en el artículo sobre riesgo de divisa, para poder aplicar contabilidad de coberturas al IRS, se debe realizar un proceso previo exhaustivo, que repetimos aquí:
– Designación formal y documentación. Incluirá la estrategia y objetivo de la política de gestión de riesgos, el instrumento de cobertura, el objeto a cubrir, la naturaleza del riesgo a cubrir, y un test de eficacia.
– Requisitos del test de eficacia (evaluación prospectiva). Se debe probar que existe una relación económica entre el objeto a cubrir y el instrumento de cobertura, que el riesgo de crédito no domine los cambios en el fair value, y que el ratio de cobertura es consistente con la estrategia de riesgo global de la empresa.
Si los criterios son correctos para aplicar contabilidad de coberturas, y no se produce ninguna ineficacia durante la vida del producto, la contabilidad a lo largo de la vida del IRS (y su subyacente, el préstamo) será la siguiente:
- Cambios en fair value del IRS no impactarán en P&L, sino en OCI, quedando acumulados en una cuenta de reserva (hedge reserve), que podrá ser positiva o negativa dependiendo de cómo vayan evolucionando los tipos de interés respecto a la curva de interés original.
- En la fecha de pago de intereses, dos elementos impactarán P&L.
- El pago de intereses del préstamo (normalmente negativo, en un entorno de tipos de interés no negativos).
- El diferencial (positivo o negativo) entre la pata fija y la variable del IRS.
En ese momento la reserva acumulada (negativa o positiva) en OCI será liberada (reducida o aumentada) en la misma cantidad que ha afectado P&L por causa del IRS.
- Al vencimiento del IRS, el diferencial entre la pata fija y variable producirá un último apunte en P&L (negativo o positivo), que será exactamente macheado con el remanente en OCI, por lo que la reserva quedará a cero.
De esta manera, y gracias a la aplicación de contabilidad de coberturas (NIIF 9 / IFRS 9), la empresa no solo se asegura una estabilidad en los pagos de interés futuros sobre un préstamo, sino que elimina de forma eficaz la volatilidad en su P&L.